Reiki

Reiki, la terapia maravilla para mejorar la salud

Calmar la ansiedad, el dolor y la tensión son retos que todos enfrentamos de vez en cuando ante situaciones personales, laborales o debido a una enfermedad. A dónde recurrir y qué hacer son preguntas frecuentes, especialmente para quienes no quieren depender total o parcialmente de medicamentos para controlar los estados emocionales.

La ciencia cada vez presta más atención a terapias que puedan responder a esta necesidad, alternativas con poco o ningún riesgo que demuestren ofrecer alguna mejoría a las personas que sufren. Entre estos remedios se encuentra el Reiki.

Este tipo de terapia de relajación se encuentra bajo la modalidad del trabajo energético. Su propósito es canalizar la energía vital del cuerpo para alcanzar un estado profundo de tranquilidad, explica Eddie Rodríguez, instructor y terapeuta de Reiki con diez años de experiencia.

“El concepto de energía vital viene de Asia y se utiliza en otras terapias como la acupuntura. Es la noción de que todo ser vivo tiene un aliento de vida que recorre el cuerpo. Cuando ese flujo está bloqueado o desbalanceado surgen los síntomas de las enfermedades”, indica.

Instituciones como la Clínica Mayo incluyen esta terapia en su protocolo de atención médica a pacientes con condiciones tales como cáncer. En su página oficial, el hospital establece que para personas que viven con esta enfermedad “la energía sanadora del Reiki puede ser utilizada para proveer alivio a la fatiga, el estrés, el dolor, la ansiedad y los efectos secundarios de los tratamientos”. La Organización Mundial de la Salud también incluyó el Reiki en su lista de tratamientos no tradicionales aceptados.

Por su parte, médicos como el cirujano cardiovascular estadounidense, Mehmet Oz, están integrando el Reiki al cuidado post operatorio tradicional en pacientes sometidos a cirujías del corazón. Oz identifica la terapia como un elemento fundamental en la buena recuperación de los operados, según reseña un video de la cadena CNN.

En una sesión de Reiki el cliente puede permanecer sentado, acostado o ambas posiciones durante 30 a 60 minutos. El terapeuta utilizará las palmas de sus manos para hacer toques sutiles o superficiales sobre distintas áreas del cuerpo. “Lo que sienten las personas es un calor que sale de las manos del practicante. Ese calor puede ser muy sutil al principio e irse incrementando”, indica Rodríguez.

Durante la terapia, las reacciones pueden ser muy diversas. Hay quienes ríen a carcajadas, como liberando una emoción que llevaban dentro. Otros pueden comenzar a llorar o simplemente dormirse.

El beneficio más evidente es la eliminación del estrés, que sabemos es muy perjudicial para la salud. Algunas personas simplemente sienten como si se les apagara la mente”, afirma el instructor y terapeuta. “Al eliminar el estrés el cuerpo puede funcionar mejor y poner a trabajar sus mecanismos de sanación”, destaca.

Rodríguez compara los efectos del Reiki a los de un masaje para soltar un nudo en los hombros o la espalda, con la única diferencia de que el trabajo no se realiza a nivel muscular sino mental o emocional. La práctica del Reiki, asegura el instructor, puede complementar tratamientos de medicina tradicional o hábitos de vida como la buena nutrición, la meditación y el ejercicio para cuidar la salud.

Cualquier persona puede aprender la técnica para practicarla en otros o en sí mismo.

Fuente: reiki.org.ar